Las protestas preceden el inicio de la cumbre del G20
- hace 10 años
Australia se prepara para acoger la cumbre del G20. Un día antes del inicio de la cita anual, Brisbane ha sido escenario de protestas. La ciudad se ha blindado para la ocasión con el despliegue de unos 6.000 agentes.
A primera hora de la mañana, un puñado de pro tibetanos pedían a los líderes del G20 que tomen medidas contra China, a la que acusan de no respetar los derechos humanos.
La ONG Oxfam reclamaba el fin de las desigualdades en el mundo.
“Pueden salvar vidas a través de una reforma fiscal global, abordando cuestiones como los beneficios llevados a paraísos fiscales. Y, realmente, pueden resolver el problema de la creciente desigualdad. Lo que estamos viendo es que en muchos países, la riqueza se concentra en manos de unos pocos y que los ricos consiguen mucho más beneficio del crecimiento que los pobres”, dice la directora ejecutiva de Oxfam Australia.
Según Oxfam, la riqueza del G20 ha crecido este año en más de 17 billones de dólares. Un tercio de ella pasó a manos de los más ricos del planeta, que representan el 1 por ciento de la población de este bloque.
En Sídney, centenares de personas han protestado contra las políticas medioambientales de su Gobierno, que en julio eliminó el “impuesto al carbono” que grava a las empresas más contaminantes.
“El G20 comienza este fin de semana y hemos pensado que éste es un mensaje humorístico y fuerte dirigido a nuestro Gobierno, para decirle lo que pensamos de sus políticas. El mundo está actuando mientras nosotros metemos la cabeza bajo tierra”, explica el organizador de la protesta.
La cumbre del G20 se centrará en la meta del crecimiento económico y del empleo. El gran objetivo es lograr un aumento del 2 por ciento por encima de las previsiones hasta 2018.
A primera hora de la mañana, un puñado de pro tibetanos pedían a los líderes del G20 que tomen medidas contra China, a la que acusan de no respetar los derechos humanos.
La ONG Oxfam reclamaba el fin de las desigualdades en el mundo.
“Pueden salvar vidas a través de una reforma fiscal global, abordando cuestiones como los beneficios llevados a paraísos fiscales. Y, realmente, pueden resolver el problema de la creciente desigualdad. Lo que estamos viendo es que en muchos países, la riqueza se concentra en manos de unos pocos y que los ricos consiguen mucho más beneficio del crecimiento que los pobres”, dice la directora ejecutiva de Oxfam Australia.
Según Oxfam, la riqueza del G20 ha crecido este año en más de 17 billones de dólares. Un tercio de ella pasó a manos de los más ricos del planeta, que representan el 1 por ciento de la población de este bloque.
En Sídney, centenares de personas han protestado contra las políticas medioambientales de su Gobierno, que en julio eliminó el “impuesto al carbono” que grava a las empresas más contaminantes.
“El G20 comienza este fin de semana y hemos pensado que éste es un mensaje humorístico y fuerte dirigido a nuestro Gobierno, para decirle lo que pensamos de sus políticas. El mundo está actuando mientras nosotros metemos la cabeza bajo tierra”, explica el organizador de la protesta.
La cumbre del G20 se centrará en la meta del crecimiento económico y del empleo. El gran objetivo es lograr un aumento del 2 por ciento por encima de las previsiones hasta 2018.