Irak: la desesperanza de los refugiados en Erbil
- hace 10 años
Algunos refugiados yazidíes han podido ser rescatados en helicóptero de las montañas de Sinyar. Allí se encuentran cientos de miles de personas que han huído de los yihadistas del Estado Islámico.
Entre la amenaza de convertirse al Islam o morir, muchos se han visto obligados a abandonar sus casas y huyen hacia algún lugar seguro.
En Erbil, capital del autónomo Kurdistán irakí, se hallan muchos refugiados procedentes de Mosul y otras localidades de la provincia del Nínive.
“Somos de Mosul, de Hamdaniya, dice este refugiado. Todos los cristianos de Mosul han huido. No hay nadie para ayudarnos. Hacemos un llamado a los países del mundo a recibirnos. No queremos quedarnos en Irak. Aquí el Estado Islámico persigue a los cristianos, yazidíes, chabaquíes y a todas las demás sectas.”
“Estamos viviendo en condiciones trágicas, y nadie nos abre la puerta. No tenemos comida y nada de beber. Somos desplazados. Tenemos familiares enfermos. Ayer murió un anciano. No sé qué más decir”, dijo esta mujer de Qaraqosh antes de romper en sollozos.
En Erbil, a la caótica situación humanitaria se le añaden los cercanos combates que la aislan cada vez más. Muchos vuelos han sido anulados por la falta de seguridad que suponen los bombardeos aéreos.
Entre la amenaza de convertirse al Islam o morir, muchos se han visto obligados a abandonar sus casas y huyen hacia algún lugar seguro.
En Erbil, capital del autónomo Kurdistán irakí, se hallan muchos refugiados procedentes de Mosul y otras localidades de la provincia del Nínive.
“Somos de Mosul, de Hamdaniya, dice este refugiado. Todos los cristianos de Mosul han huido. No hay nadie para ayudarnos. Hacemos un llamado a los países del mundo a recibirnos. No queremos quedarnos en Irak. Aquí el Estado Islámico persigue a los cristianos, yazidíes, chabaquíes y a todas las demás sectas.”
“Estamos viviendo en condiciones trágicas, y nadie nos abre la puerta. No tenemos comida y nada de beber. Somos desplazados. Tenemos familiares enfermos. Ayer murió un anciano. No sé qué más decir”, dijo esta mujer de Qaraqosh antes de romper en sollozos.
En Erbil, a la caótica situación humanitaria se le añaden los cercanos combates que la aislan cada vez más. Muchos vuelos han sido anulados por la falta de seguridad que suponen los bombardeos aéreos.