El suspense vuelve a los cines franceses con "Le dernier diamant"
- hace 10 años
“Le dernier diamant” es una película francesa de suspense que nos cuenta la historia de un robo, del robo de un diamante.
Simon acaba de salir de la cárcel y quiere dar el golpe de su vida: robar el “Florentin”, un mítico diamante que será subastado. Pero para conseguirlo deberá acercarse a Julia, la experta en diamantes, para quien la subasta será, sobre todo, un asunto personal.
“En el cine francés hubo un periodo muy interesante en lo que se refiere a este tipo de películas, fue entre los años 50 y 70, explica Éric Barbier, director de la película. Muchos directores trabajaron este tipo de narración, este tipo de escenario. Creo que uno de los grandes placeres de haber trabajado en esta película ha sido la posibilidad de retomar este género que estaba un poco abandonado”.
El actor francés Yvan Attal tuvo un gran éxito internacional gracias a su participación en “Münich”, de Steven Spilberg, y Bérénice Bejo
estuvo nominada al Óscar a la Mejor Actriz Secundaria por su interpretación en “The Artist”.
Usted ha ganado muchos premios, tuvo mucho éxito con “The Artist”, ¿es más caro ahora trabajar con usted?, pregunta Wolfgang Spindler, de euronews.
“Un poco más, pero no mucho”, responde la actriz.
“¿Y sabe por qué gana más? Porque cada vez se deja ver menos y entonces su cachet aumenta. Es lo que llamamos el precio de la ausencia, es cierto. Ahora es una actriz que puede elegir”, asegura Barbier.
“El último diamante” es la primera película en la que Bérénice Bejo e Yvan Attal trabajan juntos.
“Entre Bérénice y yo las cosas han ido muy bien, muy tranquilas, muy naturales. Creo que entre los primeros días de rodaje y los últimos nuestra relación cambió porque nos conocemos más, hemos interpretado escenas juntos. Además, siempre sonríe”, asegura Attal.
“Las escenas son bastante fáciles, ligeras, por eso es un placer trabajar con los demás, hubo un momento en el que Yvan y Bérénice se divirtieron mucho con el texto, con los silencios, sobre cómo él iba a manipularla a ella”, explica Barbier.
“Nos llegamos a preguntar si como pareja funcionaríamos y, tras ver la película, puedo decir que sí, perfectamente”, asegura Attal.
“Funcionamos porque el guión es fantástico, porque tenemos a un buen director que sabe lo que quiere, que ha pensado mucho en cómo contar la historia. Pero en pantalla creo que somos creíbles y funcionamos y eso es importante”, afirma Bejo.
“Hay algo que es muy importante en este tipo de películas, explica Barbier. Tienes que saber cómo vas a sorprender al espectador, tienes que darle ciertas pistas que al final pueden ser falsas. El espectador descubrirá, a medida que avanza la película, que dentro del cajón había otra historia”.
Simon acaba de salir de la cárcel y quiere dar el golpe de su vida: robar el “Florentin”, un mítico diamante que será subastado. Pero para conseguirlo deberá acercarse a Julia, la experta en diamantes, para quien la subasta será, sobre todo, un asunto personal.
“En el cine francés hubo un periodo muy interesante en lo que se refiere a este tipo de películas, fue entre los años 50 y 70, explica Éric Barbier, director de la película. Muchos directores trabajaron este tipo de narración, este tipo de escenario. Creo que uno de los grandes placeres de haber trabajado en esta película ha sido la posibilidad de retomar este género que estaba un poco abandonado”.
El actor francés Yvan Attal tuvo un gran éxito internacional gracias a su participación en “Münich”, de Steven Spilberg, y Bérénice Bejo
estuvo nominada al Óscar a la Mejor Actriz Secundaria por su interpretación en “The Artist”.
Usted ha ganado muchos premios, tuvo mucho éxito con “The Artist”, ¿es más caro ahora trabajar con usted?, pregunta Wolfgang Spindler, de euronews.
“Un poco más, pero no mucho”, responde la actriz.
“¿Y sabe por qué gana más? Porque cada vez se deja ver menos y entonces su cachet aumenta. Es lo que llamamos el precio de la ausencia, es cierto. Ahora es una actriz que puede elegir”, asegura Barbier.
“El último diamante” es la primera película en la que Bérénice Bejo e Yvan Attal trabajan juntos.
“Entre Bérénice y yo las cosas han ido muy bien, muy tranquilas, muy naturales. Creo que entre los primeros días de rodaje y los últimos nuestra relación cambió porque nos conocemos más, hemos interpretado escenas juntos. Además, siempre sonríe”, asegura Attal.
“Las escenas son bastante fáciles, ligeras, por eso es un placer trabajar con los demás, hubo un momento en el que Yvan y Bérénice se divirtieron mucho con el texto, con los silencios, sobre cómo él iba a manipularla a ella”, explica Barbier.
“Nos llegamos a preguntar si como pareja funcionaríamos y, tras ver la película, puedo decir que sí, perfectamente”, asegura Attal.
“Funcionamos porque el guión es fantástico, porque tenemos a un buen director que sabe lo que quiere, que ha pensado mucho en cómo contar la historia. Pero en pantalla creo que somos creíbles y funcionamos y eso es importante”, afirma Bejo.
“Hay algo que es muy importante en este tipo de películas, explica Barbier. Tienes que saber cómo vas a sorprender al espectador, tienes que darle ciertas pistas que al final pueden ser falsas. El espectador descubrirá, a medida que avanza la película, que dentro del cajón había otra historia”.