De Varsovia a Cracovia y Wadowice, Polonia celebra a San Juan Pablo II

  • hace 10 años
Polonia ha vivido la canonización de Juan Pablo II como un asunto de júbilo nacional. Para muchos ciudadanos del país católico ya era un santo desde que, siendo todavía Wojtiyla, fuera uno de los puntales de la lucha contra el régimen comunista desde 1979. De Varsovia hasta Cracovia, ciudad de la que fue obispo, el sentimiento es unánime.

“Es un buenísimo signo, un signo visible de la presencia divina en la tierra y de que tenemos otro intercesor en el cielo”, decía con fervor una religiosa. “Creo que convenció a mucha gente para que volviera a la religión… de que rezaran más e hicieran el bien”, contaba una peregrina filipina.

Sin olvidar por supuesto la localidad de Wadowice, donde nació el ahora santo. Para muchos se va a convertir en lugar de peregrinación.

“Es un honor enorme. Ya esperamos a que un polaco fuera papa y ahora le proclaman santo. No tengo palabras, ayer estuve todo el día llorando y rezando, tarde y noche”, contaba emocionada una señora natural de la ciudad.

En Polonia la figura de Juan Pablo II, como libertador y como carismático hombre de Iglesia, eclipsa por completo las críticas que desde otras partes del mundo sí se vierten contra la gestión del ex sumo pontífice.

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