Un helicóptero de las fuerzas ucranianas fue tiroteado por un francotirador, y explotó, en el aeropuerto de Kramatorsk, a 15 kilómetros de Slaviansk, bastión de la sublevación prorrusa contra Kiev.
En esta ciudad, en manos de los milicianos prorrusos, los separatistas habrían capturado a trece observadores de la OSCE. Según el autoproclamado alcalde de Slaviansk, Vyachelsav Ponomarev, entre ellos hay un “espía” de Kiev.
“El símbolo OSCE no significa protección para un oficial del cuartel general del Ejército. Hemos descubierto a un empleado del cuartel general. Tras una investigación decidiremos qué hacer”, ha dicho Ponomarev.
La operación antiterrorista del Ejército ucraniano contra los rebeldes prorrusos ha entrado en su segunda fase. Consiste en cercar totalmente Slaviansk para impedir que lleguen refuerzos a los milicianos. Sin embargo, el Gobierno ucraniano descarta un asalto a Slaviansk, para evitar víctimas entre sus 120.000 habitantes.
Mientras Rusia refuerza sus posiciones en las zonas fronterizas de las regiones rusohablantes de Ucrania, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN aumentan su presencia en países como Polonia.
Según el Pentágono, Moscú ha violado el espacio aéreo ucraniano en varias ocasiones en las últimas horas.
