María Aguilera tiene aniridia, una enfermedad rara causada por la mutación de un gen que impide el desarrollo total o parcial del iris. Su capacidad de visión es baja pero no le obstaculiza para trabajar con sus manos como fisioterapeuta en un colegio de educación especial de Colmenar Viejo, un pueblo cercano a Madrid. La aniridia afecta cada año a cuatro o cinco recién nacidos en España. Es una enfermedad congénita que no tiene cura y que lleva asociadas otras patologías oculares como el glaucoma o las cataratas. Los casos más graves desarrollan un síndrome que causa cáncer de riñón.
Por Ana Soteras Más vídeos y reportajes en www.efesalud.com