El secreto bancario, más cerca de su desaparición en la Unión Europea

  • hace 10 años
Luxemburgo y Austria, hasta ahora reacios, han cedido finalmente y han aceptado una nueva directiva europea, acordada por los jefes de estado y de gobierno de la UE, en materia de lucha contra el fraude y la evasión fiscal, unas prácticas que cuestan un billón de euros a las arcas de los 28 cada año.

La nueva normativa permite ampliar el actual intercambio automático de datos fiscales a los abonos de trusts o fundaciones, elementos utilizados como puente en los fraudes, y no sólo a las personas físicas, como se hacía hasta ahora.

Luxemburgo y Austria habían vetado previamente cualquier propuesta relativa al tema, exigiendo que la UE firmase antes acuerdos similares con Suiza, Liechtenstein, Mónaco, Andorra y San Marino, ante el temor de una fuga de capitales hacia esos países si finalmente cedían a la presión de la UE. La Comisión Europea se ha comprometido por su parte a negociar con estos cinco estados en la misma dirección. La directiva entrará en vigor en las próxima semanas.

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