Si su versión es cierta estaríamos ante una de las asesinas en serie más sanguinarias de Estados Unidos.

Miranda Barbour, de 19 años, detenida a mediados de noviembre por el asesinato de un empleado de un centro comercial en Pensilvania, aseguró en una entrevista desde prisión haber matado a 22 personas en Alaska, Texas, Carolina del Norte y California. Todo ello con ayuda de Elyette, su marido, de 22 años, con el que se había mudado recientemente a Pensilvania.

Miranda contactó con el empleado a través de los anuncios por palabras en internet ofreciendo sus servicios como prostituta.

“Hablaba muy bien, con muy buenas maneras, muy educada”, aseguraba un periodista local, Francis Scarcella. “Era muy educada y era muy tierna, muy tierna, y no dudaba en nada de lo que decía”.

Troy Laferrara, así se llamaba la víctima, fue encontrado en su coche con 20 puñaladas en el cuerpo. La teoría de la policía es que Elyette le sujetaba mientras Miranda le asestaba las cuchilladas.

La policía investiga los casos y la tortuosa historia de Miranda, que sufrió abusos de niña y asegura estar en una secta satánica.