Un barco científico se ha quedado atrapado desde el día de Navidad en el polo sur con 78 personas a bordo.

Un rompehielos chino, el ‘dragón de nieve”, viene a socorrer a los 78 miembros de la expedición australiana que van a bordo del Academic Shokalskiy, de bandera rusa.

“Justo sobre mi hombro izquierdo se puede ver el cielo un poco gris, que es lo que llamamos cielo de mar. Significa que el mar abierto se está reflejando en una nube sobre nosotros. Esa es la ruta más problable que el buque chino va coger para llegar hasta nosotros”, comenta el climatólogo Chris Turney desde el barco atrapado.

Las gruesas capas que les sorprendieron fueron impulsadas por los fuertes vientos registrados al sur de Tasmania, y se teme que las ventiscas puedan dificultar las tareas de rescate.

Mientras esperan, siguen midiendo la temperatura y la salinidad en las grietas de un inmenso mar de hielo al este de la Antártida que va camino de convertirse en el escenario de su próxima nochevieja.

El barco estaba siguiendo la ruta que justo hace un siglo hizo el explorador Douglas Mawson, el único superviviente superviviente de una mítica misión.