Hizbulá mantendrá a sus milicianos en Siria para apoyar a Bachar al Asad tanto tiempo como haga falta. Así lo ha afirmado Hasan Nasralá, el jefe del Movimiento chií libanés, durante una de sus contadas apariciones públicas en Beirut. Su discurso tiene como telón de fondo la conmemoración de la fiesta chií de la Achura:

- “El objetivo de nuestra presencia en Siria, como he dicho en otras ocasiones, el objetivo de la presencia de nuestros combatientes, de nuestros mártires es defender el Líbano, Palestina, la causa palestina y a Siria, bastión y apoyo de la resistencia”, afirmó ante miles de seguidores.

La intervención militar de Hizbulá ha sido determinante en el curso de la guerra en Siria, pues equilibró fuerzas en un momento de debilidad del régimen y ayudó a reconquistar posiciones. Sin embargo, también ha acentuado las rivalidades sectarias dentro del Líbano, ya que los suníes simpatizan con los rebeldes sirios. Las refriegas entre ambas comunidades son continuas. El pasado martes, un jeque cercano a Hizbulá y al Asad fue asesinado en la ciudad norteña de Trípoli. En los últimos meses varios atentados de corte sectario han revivido la pesadilla de los peores años de la guerra civil libanesa.