Las autoridades hablan ya de 61 víctimas mortales, muchas de ellas podrían haber quedado atrapadas entre los cuatro muros de una planta avícola en Dehui, en el noreste de CHina.
El fuego comenzó nada más amanecer. 600 trabajadores se encontraban ya en el interior.
Según una televisión pública local, un cortocircuito eléctrico fue el desencadenante de la tragedia.