En el templo de Baiyunguan de Pekín, el dinero no solo aporta bienestar económico sino también espiritual. Cuenta la leyenda que hay que tirar tres monedas a la campana y si el lanzador logra hacerla sonar tendrá un próspero año.
Los santuarios de China han recibido el primer día del año de la serpiente con la festiva afluencia de millones de personas.