Miles de personas se han congregado frente a la embajada nipona en Pekín para manifestar su enfado por la compra por parte del Ejecutivo japonés de tres islotes cuya soberanía se disputan los dos países.

Las autoridades han tenido que reforzar la presencia policial ante la virulencia de unos manifestantes que, ataviados con la bandera nacional, han lanzado botellas y huevos.

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