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  • hace 14 años
Muchos padres informan que sus hijos han parecido diferentes desde la edad temprana, es decir, desde los primeros meses de nacido. Los padres describen su dificultad para apaciguar a los bebés y comentan que sus niños reaccionan exageradamente a estímulos sensoriales. También afirman comúnmente que tienen trastornos en el sueño y terrores nocturnos. En las siguientes etapas de desarrollo del niño, se observan con frecuencia síntomas como hiperactividad, nerviosismo, dificultad para hacer cambios y altos niveles de ansiedad. Adicionalmente, como los niños se frustran con facilidad, tienen dificultad para controlar su ira o enfado, son muy impulsivos (tienen dificultad para esperar su turno, tienden a interrumpir a otros) y frecuentemente tienen berrinches prolongados y violentos.

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Aprendizaje

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