La Dislexia forma parte de las Dificultades Específicas de Aprendizaje, junto a la Discalculia, la Disgrafía y la Disortografía, siendo la más frecuente de todas ellas. Se define como la dificultad para aprender a leer y escribir al mismo ritmo que la media de los compañeros de clase, sin causa intelectual, sensorial, emocional y/ o socio-cultural que lo justifique, de origen o etiología genética, con características neuromorfológicas específicas demostradas científicamente y, en consecuencia, con una cronicidad permanente, aunque puedan paliarse o mejorarse, nunca eliminarse, sus consecuencias con entrenamiento sistemático y específico. Es, por lo tanto, una condición neurobiológica personal que acompaña al sujeto que lo padece durante toda la vida. Resulta fundamental entender que cuando se habla de dislexia en ningún caso nos referimos a otros diagnósticos relacionados con la sintomatología de los problemas de lectura que tienen un carácter maduracional.