Según Jeffrey Wigand (ex investigador de una empresa de tabaco), los ejecutivos de la Brown & Williamson -concretamente Thomas Sanderful Jr, que se ha retirado recientemente del cargo de jefe ejecutivo de la compañía- sabían desde hace tiempo que la nicotina es adictiva a pesar de que lo negaron ante el comité del Congreso. Otra de las respuestas de Wigand al corresponsal Mike Wallace, que le entrevistaba, fue que la compañía continuó utilizando un aditivo peligroso del que hay amplios informes que demuestran su poder cancerígeno, en un tipo de tabaco de pipa, porque extraerlo del producto «dañaría las ventas».
