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  • hace 15 años
Más allá de las diferencias individuales, que necesariamente deberán ser estudiadas en cada caso, con mucha frecuencia los agresores sexuales suelen presentar problemas de tres tipos diferentes aunque interrelacionados: en su comportamiento sexual (lo que resulta obvio), en su conducta social
más amplia, y en su pensamiento (“distorsiones cognitivas”). El comportamiento sexual de muchos agresores sexuales se proyecta de un modo desviado hacia objetivos sexuales inaceptables, como
son los menores de edad o el uso de la violencia para forzar el sometimiento sexual de una mujer. Es decir “prefieren” estas formas desviadas de relación sexual, que son las que les resultan más excitantes, y no logran “inhibir” tales maneras de obtener placer.

Categoría

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Aprendizaje
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