Los interruptores endocrinos son sustancias químicas ajenas al cuerpo humano o al ser al que afectan que generan la interrupción de algunos procesos fisiológicos (hormonales). Pueden ser de origen natural o artificial. Por ejemplo, la cerveza tiene ciertas hormonas similares a las femeninas que propician un aumento de las glándulas mamarias en hombres. Normalmente cuando se habla de interruptores endocrinos se refiere a los contaminantes. Estas sustancias pueden provocar infertilidad o incluso cambios de sexo en peces e invertebrados. En humanos no tienen un efecto tan radical, pero si afectan a la fertilidad y puede provocar pequeñas deformaciones como genitales ambiguos o testículos que no bajan al escroto.