Toda evolución tiende en última instancia al altruismo, que es la estrategia que posee el mayor beneficio potencial global. `Altruismo' es equivalente a `explosión de diversidad', es decir, ocupar todos los nichos posibles hasta llegar a convertir toda la materia del universo en materia viva. Ese momento marcaría aparentemente el límite de la explosión de vida, pero ésta podría ser aún mayor, como de hecho ya ocurre. Las mismas partículas de materia podrían ser simultáneamente elementos constituyentes de más de una entidad viva, cuando estas entidades vivas forman una estructura multinivel, tal vez jerárquica, como ocurre con las células de la piel de un humano, un humano y una comunidad de humanos. El egoísmo puede llevar a la destrucción total, y en cualquier caso, malgasta recursos si se compara con el altruismo perfecto. Sin embargo, el altruismo requiere de estrategias robustas. Si la cooperación no fuese mejor que el egoísmo, todavía seríamos seres unicelulares.