La vida secreta del cerebro (Marcus Raichle)
  • hace 15 años
Raichle y Shulman publicaron un trabajo en 2001 donde sugerían que habían tropezado con un "modo por defecto" no reconocido previamente, una especie de juego interno de solitario en que se convierte el cerebro cuando está desocupado y se deja de lado cuando lo llaman para hacer otra cosa. Esta actividad cerebral ocurría en gran parte en un grupo de regiones que forman un arco a través de la línea central del cerebro, de adelante hacia atrás, que Raichle y Shulman apodaron la red por defecto. Las áreas cerebrales en la red eran previamente conocidas y estudiadas por los investigadores. Lo que no conocían era que parloteaban sin parar cuando la persona estaba desocupada pero se calmaban tan pronto como llegaba una tarea que requería su máxima atención. Las mediciones de la actividad metabólica mostraron que algunas partes de esta red devoraban un 30% más de calorías, gramo a gramo, que casi cualquier otra área del cerebro. Todo esto plantea la pregunta: ¿qué está haciendo el cerebro exactamente cuándo estamos sin hacer nada? Cuando Raichle y Shulman perfilaron la red por defecto, vieron pistas de su función sobre la base de lo que ya se conocía de las áreas cerebrales involucradas. Uno de los componentes centrales es la corteza prefrontal medial; se conoce que valora las cosas desde una perspectiva muy egocéntrica, si son probablemente buenas, malas, o indiferentes. Las personas que sufren daño en su corteza prefrontal medial se vuelven lánguidas y poco comunicativas. Una mujer que se recuperó de una apoplejía en esa área recordó que habitaba en una mente vacía. Las partes de la red por defecto también tienen fuertes conexiones con los hipocampos, que graban y recuerdan los recuerdos autobiográficos.
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