Ha salido Zapatero del armario.
El socialista que siguió sentado al paso de la bandera de los EEUU en el desfile militar, el que llegó al poder aupado en la onda expansiva de las bombas del atentado yihadista del 11-M, el que decía a las revistas ‘rosas’ que él era muy ‘rojo’, el que dilapidó el dinero de las pensiones, resucitó el guerracivilismo, inició el acercamiento a los asesinos de ETA, abrió de par en par las puertas al separatismo catalán, convirtió a los lunáticos de Podemos en compañeros de mesa y sumió a España en una crisis que tiene todavía en la indigencia a una generación entera, ha dejado por unos días de hacer ‘pasta’ con los dictadores bolivarianos para echar una mano a su compinche Pedro Sánchez.
¿Por que lo hace?
Primero por solidaridad, por esa empatía natural entre magnates.
Para alguien acostumbrado a blanquear torturadores como Maduro, dar la cara en defensa del ‘Rey del Falcon’, del adicto al decreto ley y a los inconstitucionales estados de alarma, es casi obligado.
Máxime cuando coincides con el en todo y los ves como un producto tuyo.
Zapatero, que no solo denominó ‘hombre de paz’ al terrorista Otegi, sino que reivindicó la historia criminal del PSOE y alentó el separatismo catalán, necesita que siga en el poder el tipo que se abraza a los herederos de ETA, indulta a los golpistas y desentierra cadáveres en el Valle de los Caídos, para poder -entre otras cosas- seguir ejerciendo de ‘influencer’ al servicio de tiranías como la de Venezuela.
No creo que la entrada en escena de Zapatero vaya a reportar ganancias electorales a Sánchez, pero en La Moncloa ven con preocupación las encuestas y creen que cualquier ayuda, por discutible que sea, viene bien.
Nadie llega a la presidencia del Gobierno sin ciertas habilidades, pero les confieso que Sánchez me esta sorprendiendo por su inaudita capacidad para el teatro.
La carota con que miente en ‘prime time’ es de Record Guiness.
No se pone ni colorado cuando explica con ojos de cordero degollado que está haciendo más ‘bolos’ televisivos que Belén Esteban “para pinchar la burbuja que se ha hinchado con mentiras, manipulación y maldades”.
La ‘burbuja’ a la que se refiere el jefe del PSOE son sus pactos con los enemigos de España, su apoyo a la ‘Ley Sueltavioladores’, sus apaños con maleantes y su ineptitud.
Sánchez, que te vote Txapote.