Darrin, que solía ser un buen golfista en la universidad, está dispuesto a despertarse de madrugada para ir al campò de golf y conseguir que su juego vuelva a ser el de la universidad aunque sólo sea para impresionar a un posible nuevo cliente, Joe Baxter, un deportista que juzga a las personas por sus proezas atléticas, especialmente en el golf. Como afirma el propio Baxter, ve el deporte, cualquier deporte, como una "dramatización de la vida". Sin embargo, como hombre ultracompetitivo, Baxter juzgará favorablemente a una persona si es buena pero no mejor que él. De todas formas, la última parte de esa afirmación es difícil de conseguir, ya que Baxter sí está a la altura de sus fanfarronadas. Endora cree que Darrin no se conformará con ser tan bueno como lo era en la universidad, y se excederá una vez que tenga el gusto del éxito. Por eso, Endora, sin decírselo a Samantha ni a Darrin, le lanza un hechizo para que su juego llegue a ser el mismo que en la universidad. Ella parece estar en lo cierto, ya que él no puede dejar de hablar de su juego después de su exitosa ronda de práctica por la mañana. Las cosas se ponen un poco tensas cuando Darrin se muestra competitivo en su partido de golf con Larry y Baxter. Baxter, perturbado por el éxito de Darrin, sólo quiere ganar. Larry, que quiere la cuenta de Baxter, hace cualquier cosa para que Darrin pierda. Darrin aparentemente sólo quiere jugar su mejor golf y vencer a Baxter. Y la esposa de Baxter, Margaret, que ha escuchado las historias de éxito deportivo de su marido una y otra vez, sólo quiere que deje de presumir. Samantha tiene la opción de no hacer nada, ayudar a Baxter y a Larry haciendo que Darrin pierda y a su vez gane la cuenta para McMann & Tate, o ayudar a Darrin y a Margaret mejorando el juego de Darrin mucho más al vencer a Baxter, lo que a su vez probablemente significaría perder la cuenta y quizás dar la razón a Endora. Samantha decide...