Heart Beats of Long Ago (Latidos de corazón de hace mucho tiempo) [1911]

Existe una disputa entre dos casas italianas y significaría un desastre para cualquiera de los beligerantes entrometerse en la casa contraria. El señor de la casa da un banquete en honor a la llegada de un rico noble extranjero, al que espera convertir en su yerno. La hija, sin embargo, ha entregado su corazón al hijo del enemigo de su padre. Para que él pueda estar presente en la fiesta, ella toma subrepticiamente el anillo de sello de su padre, lanzándoselo desde la ventana, que, por supuesto, lo admite. El padre, previendo la intrusión de sus enemigos, ordena la muerte de cualquier miembro que entre en la sala. Tras los festejos, se celebran los inoportunos esponsales y el amante prohibido desafía a la muerte para ver a su amada. Mientras se encuentran en la reunión clandestina, un guardia los ve entrar en el pasillo, por lo que la chica esconde a su amado en un armario secreto, girando la llave y llevándosela consigo. Al no encontrar al intruso alguno, el guardia imagina que se ha equivocado. Sin embargo, el pretendiente favorito sospecha y decide vigilar. En ese momento el padre es llamado a ausentarse por un tiempo, y como honor a su yerno electo deja la casa a su cargo absoluto. Esto juega a favor del noble para proseguir más eficazmente su vigilancia, y al salir al pasillo encuentra la gorra del amante prohibido en el suelo fuera del armario. Esta situación, de ser expuesta, convertiría al noble en el hazmerreír de todas las cortes de Europa, por lo que jura vengarse. La muchacha se da cuenta del peligro que corre su amante en el armario hermético y hace un intento desesperado por liberarlo, pero en esto es sorprendida por el noble, que le arrebata la llave y, a pesar de su orden, toma el mando de los guardias que ella ha llamado para que rompieran la puerta. Los guardias, por supuesto, deben respetar sus órdenes, ya que ha sido puesto a cargo por el señor. Más tarde, el señor de la casa regresa y el noble le cuenta la historia, y seguro de que el amante encarcelado ya ha encontrado su destino, abre la puerta. Su previsión era correcta, ya que la forma sin vida del amante prohibido cae de cabeza por el pasillo.