Filomena también deja daños en el patrimonio monumental de Toledo

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Toledo, 17 ene (EFE) (Imagen de Ismael Herrero).- El inusual temporal que ha llegado con fuerza a la ciudad de Toledo también puede dañar su espléndido patrimonio monumental, sobre todo porque el hielo, al deshacerse, penetra en la piedra y en las estructuras de los edificios, y al solidificarse de nuevo debido al intenso frío de estos días provoca grietas que tal vez no se vean ahora pero sí con el tiempo.
Después de las primeras urgencias y de las situaciones más apremiantes, hay que revisar el estado de los edificios en esta ciudad Patrimonio de la Humanidad donde las consecuencias de la borrasca todavía son visibles.
El director de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Jesús Carrobles; el deán de la Catedral de Toledo, Juan Miguel Ferrer, y la profesora de Historia del Arte de la Facultad de Humanidades de Toledo Palma Martinez-Burgos han hablado con Efe sobre cómo Filomena puede afectar al patrimonio.
Carrobles tiene claro que un temporal "insólito" como éste "puede afectar, y gravemente" a muchos edificios y otros bienes de Toledo como pueden ser sus jardines históricos, muchos de los cuales han quedado “en buena medida arrasados” y necesitarán años para recuperar su aspecto.
En lo que atañe a los edificios, las consecuencias se verán a corto y medio plazo. En un primer momento, las nevadas suponen una carga "brutal", de incluso toneladas de peso en los tejados, que "agrava la situación de muchos, sobre todo los que están en peores condiciones de conservación".
Si a la nevada se suman las intensas heladas el resultado es que el hielo se quedará en bajantes, canalones y el sistema de desagüe, y ese ritmo 'hielo-deshielo' afectará a la techumbre, los artesonados y los muros, porque el agua siempre tiende a buscar salida.
A más largo plazo, ese 'hielo-deshielo' hace que el agua penetre en la piedra y al llegar el frío vuelve a solidificarse y estalla, de forma que en estructuras como esculturas, cornisas o bloques de piedra se producirán pequeñas grietas que en caso de no sellarse provocarán daños. Tal vez no ocurra ahora, pero sí puede pasar en un par de años.
Ocurrió en la torre de la Catedral en 2018, cuando una pieza de la cornisa cayó a la calle un día en que hubo una pequeña tormenta de aire y lluvia: "no se cayó por esa lluvia sino por la nieve, el hielo y cosas parecidas a lo que estamos viviendo ahora, que luego, cuando hay alguna incidencia climática, ocasiona lo otro", ha explicado Carrobles.
Dentro del Casco Histórico de Toledo hay inmuebles que están "magníficamente" conservados y si hay un problema se solucionará con facilidad, pero hay otros que requieren más atención, en especial los conventos, cuyas comunidades religiosas los cuidan "primorosamente" pero no cuentan con los medios suficientes.
"Este tipo de inmuebles son los que más pueden sufrir por situaciones tan complejas como las que estamos viviendo", ha advertido el director de la Real Academia, quien ha señalado que es "muy difícil" percibir