Los Intocables -1x21- The Unhired Assassin. Part 2 (El asesino espontaneo. Segunda parte parte)
  • hace 3 años
Al enterarse de que Cermak viajará a Miami para asistir a un mitin por el presidente electo Franklin Roosevelt, Nitti contrata al asesino a sueldo de Nueva York Fred "Caddy" Croner para la tarea. Pero el intento anterior contra Cermak incita a Ness a actuar, y la sede de Nitti es allanada justo cuando la mafia finaliza los detalles. En una carta secreta a Capone, escrita por uno de los hombres de Nitti, Ness se entera del complot y asegura la identidad de Croner de los registros de la compañía telefónica. Sin antecedentes policiales y escondiendo su arsenal en una bolsa de golf, Croner es difícil de rastrear, pero Los Intocables se dirigen a Miami armados con el conocimiento de que el alcalde es un hombre marcado y está listo para morir frente a 10.000 personas.

Mientras tanto Zangara deambula por las calles de Miami sin rumbo fijo hasta que se hace amigo de un borracho esencialmente inofensivo llamado Jacco, en quien Zangara confía. Pero en poco tiempo, se acerca el encuentro de Zangara con la historia. En su camino para abordar un autobús que lo llevará a Bay Front Park, donde está programado que llegue Roosevelt, Jacco descubre que Zangara está empacando una pistola y de hecho se dirige a dispararle a Roosevelt. Alarmado, Jacco intenta advertir a la policía, pero no toman en serio al pequeño borracho.

Frustrado por la falta de detalles, y con solo unos minutos antes de la llegada de Roosevelt, Ness recibe noticias de Nueva York de que se sabía que Croner era un excelente tirador en el ejército. De repente, Ness se da cuenta de que el asesino de Cermak no será un hombre con una pistola entre la multitud.

Entrando en acción, Ness y sus hombres corren hacia un hotel cercano con vista al parque donde se enfrentan al recepcionista, quien los envía a la habitación de Croner. Con Cermak en la mira del asesino, Ness derriba la puerta del hotel y Croner es eliminado. Terminada la crisis, Ness regresa al mitin muy aliviado, mientras varios dignatarios, incluido Cermak, bajan del quiosco de música para saludar a Roosevelt. Pero de repente, un hombrecito con una pistola se levanta y grita "¡Demasiados se mueren de hambre!" y dispara dos veces a Roosevelt. Cermak cae.
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