Seba Domínguez sobre Gamez y Chilavert - Prog #24

Se vienen la elecciones en Vélez Sarsfield y Ernestou quiere saber a qué candidato apoya Sebastián Domínguez. Por un lado se postula Raúl Gámez y por el otro José Luis Chilavert. Contesta el defensor: "Lo dije el otro día en una radio partidaria del club pero lo dije bien claro. El plantel de Vélez no tiene una posición tomada con respecto a las elecciones. Sí nos gustaría que se privilegie al club, a Vélez. Que se dejen de hinchar las pelotas con las peleas (...) Siento que quedó la pelea de quién es el más sorete de los dos, quién es más jodido de los dos, un partido o el otro y nadie habla de Vélez. Y nosotros necesitamos muchas cosas".\n\nAlexis Valido aclara que Vélez es complicado porque tiene mucha vida social. Domínguez lo acepta pero al mismo tiempo dice que el fútbol es la vaca lechera del club y lo que mantiene todo. Antes un hincha le recriminaba al jugador porque con la cuota le pagaba el sueldo. Hoy el fútbol cambió y un club se mantiene con lo que deja la televisión por los derechos de transmisión y las ventas de futbolistas. La cuota del socio cubre una parte de los gastos sociales y el resto lo cubre el excedente del fútbol.\n\nSeba Dominguez llama a diferenciar los gastos de las inversiones. Poner plata en comodidades en la concentración del jugador es una inversión. Para pedirle 100% al futbolista hay que darle el 100% de lo que necesita. Es el huevo y la gallina. En cualquier trabajo, si no te dan herramientas para trabajar bien el empleado tiene mil excusas para justificar su mediocridad. Si cuenta con todo lo necesario para hacer un buen trabajo, las excusas se le acaban.\n\nDomínguez cuenta que esto le pasaba con Simeone. El Cholo se mataba durante la semana preparando el partido, brindándole a sus jugadores todas las herramientas para ganarlo. "Llegaba el partido y yo decía 'Si no juego bien soy un hijo de puta' Porque este tipo preparó todo en la semana. Con todas las herramientas que me dio y cómo describió lo que iba a pasar en el partido, si yo no juego bien soy un desastre". Si ese compromiso se traslada a la parte dirigencial del fútbol argentino sería todo diferente.