Marine Le Pen, más favorita por el escándalo de los supuestos pagos a la mujer del 'azote de la corrupción' François Fillon

Marine Le Pen, en el extremo derecho del cuadrilátero electoral francés, es la única que tiene asegurado pasar a la segunda vuelta. O eso dicen las encuestas. Le sigue François Fillon, el candidato de la derecha tradicionalista. Era el gran favorito a batirse con ella en una segunda vuelta. Hasta que estalló el escándalo de los supuestos pagos a su mujer. Fillon era el azote de la corrupción. En las últimas encuestas de intención de voto se ha desplomado 16 puntos. En el centro del tablero, Emmanuel Macron, exministro de Economía con François Hollande. Liberal en lo económico y progresista en lo social, se presenta por libre. Y ya le pisa los talones a Fillon.
Pero en esto llegó Benoit Hamon, el candidato sorpresa que consiguió fulminar a Manuel Valls en las primarias socialistas. Hamon seduce a las bases con su discurso izquierdista y con su promesa de una renta social mínima. En su contra, una buena parte del Partido Socialista. Podría pactar con Jean-Luc Melenchon, simpatizante de Podemos, que es el candidato más a la izquierda. Los dos grandes partidos se ven en una crisis simultánea sin precedentes. Los socialistas, divididos; y los republicanos, chapoteando en la corrupción.  La gran beneficiada, Le Pen. Que encabeza las encuestas. En su contra juega la identificación con Donald Trump, con el que comparte ideario y al que no duda en elogiar. Y la última esperanza de los que detestarían verla en el Elíseo: el 'todos contra Marine' que se activaría si efectivamente pasa a la segunda vuelta. Así ocurrió con su padre hace quince años, cuando el mundo todavía era un lugar previsible.
-Redacción-