Homenaje de un compañero español a Jim Foley

  • hace 5 años
El periodista Antonio Pampliega recuerda en un vídeo a su compañero James Wright Foley, presuntamente decapitado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en represalia por los bombardeos aéreos norteamericanos en Irak.
 
Foley, reportero freelance de 40 años con más de cinco de experiencia en zonas de conflicto, fue secuestrado en Siria en noviembre de 2012, y estaba trabajando como reportero independiente para el medio informativo con base en Boston GlobalPosty para la agencia de noticias francesa Agence France-Presse (AFP).
 
Según testigos, Foley fue capturado en la provincia de Idlib, en el norte del país. Su familia no tenía noticias del periodista desde entonces, a pesar de la campaña pública reclamando información. En enero de 2013 aseguraron en un comunicado que un grupo desconocido de hombres armados lo había secuestrado. Hasta hace unos meses se pensaba que Foley estaba siendo retenido por fuerzas afines al Gobierno de Bashar al Asad.
 
Foley había sido retenido previamente por el Ejército de Libia en 2011 mientras cubría el conflicto en el país tras la caída del régimen de Muamar el Gadafi. 
 
Ahora, tras el vídeo filmado por el EI en el que se afirma la ejecución del periodista, su compañero español le rinde homenaje con estas imágenes. Corresponden a la ciudad de Alepo, dos meses antes de su secuestro, en el peor momento de la ofensiva en Siria, donde Foley estuvo varios meses documentando lo que allí ocurría.
 
Pampliega también le dedica estas palabras en su blog "Un mundo en guerra":
 
"Hay periodistas que tienen un halo especial, y Jim era uno de ellos. Su compromiso, su profesionalidad y su humanidad le hacían destacar por encima de muchos otros. En marzo de 2012 entró en Siria —ilegalmente y jugándose la vida, como tantas otras veces— para documentar lo que estaba ocurriendo en la revolución. Lo que allí vio le llevó a seguir entrando y entrando una vez tras otra para que el mundo no olvidase el drama que vivían los sirios.
 
Pero si algo marcó a Jim, eso fue lo que vi en la ciudad de Alepo. La guerra en toda su inmensidad. El drama de los civiles desamparados. El horror y la crudeza de la barbarie. Su compromiso le llevó a iniciar, en las redes sociales y entre compañeros periodistas, una campaña de mecenazgo para conseguir una ambulancia que diera servicio a los civiles heridos en la ciudad de Alepo. Hasta ese momento, no había casi ambulancias y los heridos tenían que ser trasladados en taxis o en coches particulares. 
 
Jim tenía un compromiso con Siria y con los sirios. Nos demostró a todos que nuestro trabajo está, incluso, encima de nuestras propias vidas y de nuestros seres queridos. Ese compromiso es el que recordaremos aquellos que lo conocimos. Ese compromiso y su carácter afable y su sempiterna sonrisa.  
 
Nos ha demostrado, incluso en el momento de su muerte, su infinita dignidad. Una dignidad que no demostraron sus cobardes asesinos. Yo me quedo con la imagen de mi amigo trabajando. Con su imagen descompuesta en el hospital Dar Al-Shifa mientras documentaba las miserias de la guerra. Me quedo con su humanidad y su compromiso.
 
Te vamos a echar mucho de menos Jim. Los que te conocimos, no te olvidaremos nunca".

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