Este viernes era el último día que las plantas de Fagor Electrodomésticos, cinco en Euskadi y otras siete  en el extranjero, estarán abiertas, pero muchos trabajadores las han dejado hoy para viajar hasta la sede central de la compañía. Han acudido hasta allí para participar en una multitudinaria  manifestación con la quieren luchar por su futuro, un futuro que ven muy difícil ante la posibilidad de perder sus empleos. Autobuses procedentes de las otras fábricas del País Vasco han llegado hasta Mondragón con trabajadores que afrontan con mucho miedo el posible final de la empresa y es que de los casi dos mil empleados que Fagor tiene en Euskadi la mayoría son cooperativistas y no saben cómo les afectará el cierre de la compañía. La empresa se centra ahora en evitar la liquidación, en ver que partes del negocio se pueden salvar y cuantas personas podrán mantener sus puestos de trabajo.