Un pueblo sumergido que vuelve aparecer
  • hace 5 años
La construcción del embalse de Belesar, en el río Miño, provocó que el pueblo de Portomarín se convirtiera en un pueblo fantasma sumergido. Los habitantes de esta localidad de Lugo tuvieron que irse de sus casas cuando el agua comenzó a subir. Algunos monumentos, como la Iglesia de San Nicolás, sobrevivieron a la subida al ser trasladados al actual pueblo. Ahora, obras de mejora en la central hidroeléctrica, junto con la sequía, han hecho bajar el nivel del agua hasta catorce metros.
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