Hace dos años más de 323.000 abonados de Barcelona se quedaron sin luz. El 70 por ciento de los semáforos de las calles no funcionaba, en los comercios el género se estropeó y durante tres días la ciudad se convirtió en un caos. Ahora una sentencia condena a FECSA Endesa y a Red eléctrica española a indemnizar a los afectados. Las eléctricas tendrán que pagar entre 122 y 300 euros a los usuarios que acrediten que eran abonados y sufrieron el apagón.