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  • 14/10/2008
En algunas ocasiones la dosis de anestesia no sea la suficiente y el paciente percibe cosas durante la intervención cuando debería estar totalmente sedado.
Lo más normal suele ser el "despertar" a mitad operación, esto suele pasar cuando una intervención se alarga algo más de la cuenta y requiere más dosis. En este caso el paciente no puede moverse ni comunicarse por estar paralizado con el relajante muscular. Es una situación muy extraña, ya que sin estar del todo consciente el paciente percibe lo que le están haciendo. Normalmente esto no suele durar mucho, ya que en estos momentos la tensión y el pulso se aceleran con lo cual el anestesista lo detecta y puede intervenir.
Evitar estos casos es difícil ya que cada persona es un mundo. Los anestesistas estiman una dosis determinada de fármacos según el peso corporal y la duración de la intervención, pero no es un ciencia exacta y por eso a veces se dan estos casos. Puedes hacer una aproximación, pero dependiendo del metabolismo de cada uno el efecto puede ser más o menos intenso.

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