Agresividad y serotonina

  • hace 16 años
La clave de la agresividad está en el cerebro, en la carencia de una sustancia conocida como la serotonina. Los violentos, en el fondo, son personas enfermas, y por lo tanto quizás en el futuro será posible recetarles algún medicamento para curarles.

Esta es la llamativa teoría psicológica a la que se están convirtiendo cada vez más científicos. Numerosos estudios, realizados tanto con animales como con seres humanos, parecen haber demostrado una clara correlación entre la serotonina y la agresividad. Por este motivo, los investigadores más optimistas ya están convencidos de que con el tiempo el problema social de la violencia podrá combatirse de una forma eficaz.
En los últimos tiempos también se ha descubierto que existe una relación importante entre la serotonina y la agresividad. Se han detectado niveles bajos de esta sustancia en soldados y prisioneros violentos, en personas irritables, e incluso en niños que disfrutan torturando a animales y que se rebelan continuamente contra sus padres.
De momento, algunos estudios ya han demostrado que la agresividad de las ratas hacia los ratones puede reducirse si se les inyecta una sustancia que aumenta el nivel de serotonina en su cerebro. Por otra parte, algunos psiquiatras ya han comenzado a recetar Prozac a sus pacientes violentos, con muy buenos resultados.

Durante los últimos cuatro años, el doctor Emil Coccaro, de Estados Unidos, ha estado tratando con este fármaco a cuarenta hombres y mujeres que sufrían problemas de agresividad incontrolable. De momento, en la mayoría de los casos el Prozac ha servido para impedir cualquier tipo de comportamiento violento por parte de estas personas.

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