A lo largo de los primeros meses y años de vida, el niño va aprehendiendo y desarrollando cada vez mayores habilidades físicas psicomotoras (fina y gruesa) y mentales. La comprobacion de sus progresos es una de las experiencias más fascinantes y gratificantes que nos brinda la maravilla de ser papás. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no hay un momento exacto en el cual deban incorporarse esas habilidades para considerar que el niño evoluciona correctamente; sólo hay rangos aproximados. La demora o precocidad en adquirirlos no significa un menor ni mejor rendimiento en su desarrollo integral futuro. Lo que si ha demostrado ser útil es la estimulación desde temprana edad del niño en centros de educación inicial o Jardines de Infancia para que, gracias a este estímulo, se refuerzen sus habilidades a medida que el pequeño las va descubriendo.
