Estres y genoma: Interaccion cuerpo-mente (Matt Ridley)

  • hace 16 años
Matt Ridley ya había escrito desde una visión firmemente darwinista y evolutiva en The Red Queen que trataba del sexo y de las consecuencias de la evolución en la naturaleza humana. Ahora, con Genoma no sólo se catapulta al grupo de cabeza de la alta divulgación, sino que además demuestra que a entusiasmo por el tema no le gana nadie. Entusiasmo, por cierto, que contagia con pasmosa facilidad.
El segundo punto fundamental de Genoma es desterrar definitivamente el espectro del determinismo genético. Devoto evolucionista, Matt Ridley defiende la postura de las bases genéticas de no sólo nuestro cuerpo sino de muchos de nuestros rasgos de personalidad y carácter, acercándose en más de un capítulo a la psicología evolutiva. Pero una y otra vez, insiste en que predisposición genética no implica inevitabilidad. Capítulo tras capítulo, como por ejemplo el 10 dedicado al estrés, muestra como los genes influyen en el ambiente y como éste a su vez influye en los genes, forzando la activación de unos y la supresión de otros. Hay que superar la distinción entre herencia y ambiente, porque en general no existe una separación tan clara, y la oposición es falaz. Así, cuando habla del estrés, dice: "No somos un cerebro que gobierna un cuerpo activando hormonas. Tampoco somos un cuerpo que gobierna un genoma accionando los receptores hormonales. Tampoco somos un genoma que gobierna un cerebro activando genes que activan hormonas. Somos los tres a la vez".
El genoma reside en el corazón de todas las células y es la plantilla para fabricar a todo ser vivo. Pero, la imagen que dibuja Ridley, lejos de ser la de un elemento estático que sirve para crear inicialmente los organismos, es la de un ente mutable, en continuo cambio, lleno de genes que batallan entre sí e intentan aprovecharse de los recursos del organismo, de genes que se activan o desactivan dependiendo de las circunstancias.

Recomendada