Tourette: Neurocirugia

  • hace 16 años
Un equipo del Baylor College of Medicine, en Houston (Texas, Estados Unidos) ha operado a un adolescente de 16 años con síndrome de Tourette muy grave. La revista 'Neurology' acaba de publicar los resultados del procedimiento, aún experimental. De hecho, se conocen 10 de estas intervenciones en todo el mundo.
En este caso, el paciente empezó a sufrir los 'tics' a los tres años de edad. Dos años después apareció el trastorno obsesivo compulsivo y el síndrome de hiperactividad y falta de atención. A los siete años, el niño sufría coprolalia (decir cosas desagradables, insultos), copropraxia (realizar gestos obscenos) y gritaba.
La estimulación cerebral profunda consiste en aplicar pequeñas descargas en la zona del cerebro que se cree que está sobreactivada hasta bloquear su actividad. De hecho, es experimental y no está clara la diana para la estimulación. Los científicos estadounidenses aplicaron la estimulación en el globo pálido del paciente, que es un ganglio basal.

"Los ganglios basales están relacionados con el control de lo que queremos decir o hacer", ha señalado a elmundo.es José A. Obeso, neurólogo de la Universidad de Navarra. Por eso es una buena diana. Este científico tiene experiencia con la estimulación cerebral profunda en pacientes con Parkinson y en un par de semanas realizará por primera vez en España la implantación de electrodos en un paciente de síndrome de Tourette.

Seis meses después de la operación, el paciente mejoró en muchos aspectos: razonamiento verbal, velocidad psicomotriz, flexibilidad mental y percepción visual. En un vídeo que acompaña al estudio la mejoría es evidente. En él se ve al paciente antes de la operación con 'tics' y haciendo gestos obscenos; tras la cirugía, el adolescente parece otra persona y él mismo explica que ha vuelto al colegio. Gracias al tratamiento, el paciente podrá intentar regenerar su vida social.

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