Una nueva técnica podría incrementar un 30% los transplantes de hígado

  • hace 6 años
València, 25 feb (EFE).- El Hospital La Fe de València iniciará este año el primer ensayo clínico en España con una nueva tecnología que permite evaluar la función de un hígado graso después de su extracción e, incluso, mejorarlo para implantarlo en mejores condiciones en el receptor.
Se trata de la Máquina de Perfusión Normotérmica (MPN), que podría incrementar hasta un 30 por ciento el número de trasplantes de hígado, un tercio de los cuales se desecha por la esteatosis hepática (hígado graso).
"Esto es lo más revolucionario que hay en trasplantes a corto plazo", asegura a EFE Rafael López-Andújar, jefe de la Unidad de Cirugía Hepatobiliopancreática y Trasplante de La Fe, para quien esta tecnología "es el futuro que ya está aquí y lo que hay que hacer es subirse al tren y no quedarse atrás".
López-Andújar está convencido de que no se quedará solo en los hígados grasos, en los que se centra este estudio, sino también en donantes subóptimos en los que se duda si el órgano funcionará o no una vez trasplantado; para ello, señala, la MPN "da una seguridad absoluta".
La máquina, que se autorregula, permite monitorizar de manera continua el órgano durante su permanencia en ella una vez extraído y decidir el mejor momento para implantarlo, ya que está conectado a un suministro de sangre y nutrientes que se mantiene en todo momento controlado y a una temperatura establecida.
El MPN permite en unas cinco horas y en tiempo real comprobar la salud del hígado, controlando los flujos, la producción de bilis y los niveles de parámetros analíticos que permiten conocer su estado. "Reproduce lo que sería el cuerpo humano", indica López-Andújar.
Además, al ser una máquina portátil, permite el transporte de los órganos entre hospitales, manteniéndolos en todo momento en perfecto estado.
Según explica, cuando se extrae un hígado graso y se pone en hielo se producen unos daños de isquemia-reperfusión, lo que significa que ese órgano no funciona bien y que incluso puede llegar a fallar en el receptor y es necesario retransplantarlo.
Pero la colocación de un injerto hepático con esteatosis en la MPN permitiría acortar ese tiempo de isquemia fría en el hielo, con lo que no se dañaría tanto el órgano y además habría "más datos para tomar la decisión última de si se utiliza o no este órgano".
Según López-Andújar, no se cogen órganos que a priori puedan fallar pero en este caso sí se podría hacer, mantenerlos unas horas en la máquina para ver si funcionan y, si es así, poder implantarlos en el receptor con más seguridad de que van a funcionar.
El siguiente paso sería poder manipular estos órganos durante su estancia en la máquina y extraer la grasa, añade el experto, que recuerda ante el incremento de pacientes obesos: "Uno de los hándicap más importantes que tenemos en la donación es que el 30 % de los órganos se rechaza por esteatosis".
"En cuestión de muy poco tiempo estas máquinas han venido para quedarse y para mejorar la tasa de trasplantes aún más", subr

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