Navidad en el Museo Thyssen Bornemisza
- hace 6 años
Madrid, 23 dic (EFE).- (Imagen: Ramón Ayala) Ya es Navidad en el Museo Nacional Thyssen Bornemisza y la pinacoteca lo ha celebrado en la víspera de Nochebuena con un concierto a cargo del coro Ensemble Guerrero, presidido por el Belén de origen napolitano que luce estos días a la entrada.
Los integrantes del coro han interpretado un fragmento de "La bomba", de Mateo Flecha, 'El viejo'; de "A un niño llorando al yelo", de Francisco Guerrero; "Tu scendi dalle stelle", de María di Liguori, entre otras piezas.
El joven coro, compuesto por Laura Fernández (soprano); Juan Molinero (soprano), Ana cristina Marco (contralto); Emiliano Cano (tenor) y Rodrigo Guerreo, (barítono y director), ha cantado junto al belén de la colección de Isidro Brunete que se exhibe en el museo y que ha sido cedido desinteresadamente para su exposición.
La figuritas del belén comenzaron a reunirse en la década de los setenta y en él destacan las piezas de los ángeles, la Virgen, el Niño y San San José, además de los Reyes Magos.
El belén, del siglo XVII, representa la vida cotidiana en la época en la que abundaban oficios como los de los vendedores ambulantes, compradores o taberneros que se encargan de arropar al Nacimiento de cristo.
Los integrantes del coro han interpretado un fragmento de "La bomba", de Mateo Flecha, 'El viejo'; de "A un niño llorando al yelo", de Francisco Guerrero; "Tu scendi dalle stelle", de María di Liguori, entre otras piezas.
El joven coro, compuesto por Laura Fernández (soprano); Juan Molinero (soprano), Ana cristina Marco (contralto); Emiliano Cano (tenor) y Rodrigo Guerreo, (barítono y director), ha cantado junto al belén de la colección de Isidro Brunete que se exhibe en el museo y que ha sido cedido desinteresadamente para su exposición.
La figuritas del belén comenzaron a reunirse en la década de los setenta y en él destacan las piezas de los ángeles, la Virgen, el Niño y San San José, además de los Reyes Magos.
El belén, del siglo XVII, representa la vida cotidiana en la época en la que abundaban oficios como los de los vendedores ambulantes, compradores o taberneros que se encargan de arropar al Nacimiento de cristo.