Zonas de mayoría cristiana permanecen vacías tres meses tras la expulsión del EI
  • hace 7 años
Al Hamdaniya (Irak), 16 ene (EFE).- (Imagen: Francesca Cicardi) Los habitantes de la localidad de mayoría cristiana de Al Hamdaniya, al este de la ciudad de Mosul, todavía no han regresado a sus hogares casi tres meses después de que las fuerzas iraquíes expulsaran de la zona al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

El núcleo urbano de Al Hamdaniya, también conocido como Karakush, tenía 48.000 residentes, muchos de ellos cristianos, pero también de otras minorías étnicas y religiosas, que abandonaron la población tras la irrupción de los yihadistas en agosto de 2014 y aún no han podido volver.

La gran mayoría se ha asentado en la cercana región autónoma del Kurdistán y un pequeño porcentaje en campos de refugiados, explicó a Efe el alcalde de la comarca, Faisal Iskandar.

Las autoridades están trabajando para restablecer los servicios básicos, el agua corriente y la luz, y reparar las calles, los colegios y otros edificios públicos, pero Iskandar calculó que harán falta al menos seis meses para que la ciudad vuelva a funcionar.

Asimismo, el alcalde de la comarca de Al Hamdaniya, que incluye 33 pueblos además de la capital homónima, explicó que los civiles siguen teniendo miedo, a pesar de que el EI ya no esté presente, y que la falta de actividad económica es un factor destacado entre los muchos que impiden regresar.

"Esta es una de las zonas que ha sufrido más destrozos, hay muchas casas que fueron quemadas por el EI o en las que plantaron explosivos, y el 40 por ciento de las viviendas están destruidas", detalló.

El responsable político, perteneciente a la minoría étnica kakaia, que profesa el islam suní, admitió que "va a ser muy complicada la vuelta y va a necesitar mucho tiempo".

Incluso, puede que muchos nunca vuelvan a sus tierras, ya que un 35 por ciento de los cristianos de Al Hamdaniya han emigrado y, tal y como señaló Iskandar, las familias enteras que se han marchado no tienen motivos para volver si no han dejado parientes atrás.

Por su parte, el jefe de la Policía de Al Hamdaniya, Rashid Fatah, dijo a Efe que la seguridad en la localidad está garantizada con la presencia de sus hombres y de otros cuerpos oficiales, así como las milicias locales cristianas.

"Los civiles pueden volver en cualquier momento, estamos a su servicio todo el día y toda la noche, la seguridad es continua", subrayó el coronel, pero explicó que el principal problema es la falta de servicios y el hecho de que los alumnos están cursando sus estudios en colegios e institutos del Kurdistán.

A pesar de que las fuerzas de seguridad controlan y patrullan las calles, Al Hamdaniya es una ciudad fantasma y la imagen que ofrece no es muy alentadora para los que quieran restablecerse.

Las iglesias del centro de la localidad han sufrido graves destrozos, las cruces sobre las mismas están caídas y uno de sus campanarios, derrocado, mientras que los comercios están quemados o destruidos y sólo conservan los letreros de lo que algún
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