La solución rápida a una valvulopatía pulmonar

  • hace 7 años
Madrid, 17 ene (efesalud.com). El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid (HCSC), entrevista en este cardiovideoblog a la doctora Pilar Jiménez-Quevedo, especialista en patologías como la valvulopatía pulmonar, "la olvidada"; una estenosis o estrechamiento congénito "poco frecuente" que se refleja con un soplo en el corazón, se diagnostica a través de un ecocardiograma y se resuelve en pocas horas, y para toda la vida, mediante un cateterismo cardíaco.

El corazón impulsa la sangre por todo el cuerpo mediante los movimientos de sístole, contracción auricular y ventricular, y diástole, relajación del músculo cardíaco para recibir la sangre procedente de los tejidos.

Una de las claves de su potencia motora se concentra en la coordinación milimétrica de las cavidades del corazón: dos superiores, aurículas derecha e izquierda, que envían la sangre a las dos inferiores, los ventrículos derecho e izquierdo, encargados a su vez de expulsar la sangre.

Son sus cuatro finas válvulas, casi transparentes, las que deben mostrar una precisión absoluta: tricúspide y pulmonar, en el lado derecho del corazón; mitral y aórtica, en su lado izquierdo.

"Las válvulas se tienen que abrir y cerrar correctamente. Cuando no se abren bien son obstructivas y cuando no se cierran de forma adecuada son incompetentes o insuficientes", explica el doctor Macaya.

La válvula pulmonar determina el paso de flujo sanguíneo del ventrículo derecho a las arterias pulmonares, cuya misión es transportar la sangre a los pulmones para darle oxígeno.

"El problema más frecuente que encontramos en esta válvula es que no se abra bien, es decir, que se obstruya. Es una patología que se nace con ella y que en ocasiones no se diagnostica hasta la edad adulta porque los afectados están asintomáticos", dice la cardióloga Pilar Jiménez, responsable del área de investigación sobre terapia celular y regeneración miocárdica del HCSC.

Las estenosis pulmonares constituyen el 8% de las cardiopatías congénitas y las más leves y moderadas se descubren, normalmente, al detectarse un soplo cardíaco en un examen rutinario, ya sea en una revisión médico-deportiva o como parte de las pruebas médicas de otra enfermedad.

"El grado de obstrucción, por tanto, determinará el diagnóstico más o menos precoz de esta enfermedad. El cardiólogo será entonces quien se encargue de examinar todas las válvulas cardíacas con un ecocardiograma para determinar el origen del soplo en el corazón", señala la doctora.

En sus formas más graves, estas valvulopatías se suelen diagnosticar cuando nace el bebé, incluso en su etapa fetal. Se asocian a otras cardiopatías. El bebé puede presentar cianosis (color azulado de la piel) y falta de oxígeno en la sangre al nacer.

Además del soplo en el corazón, el síntoma más frecuente está relacionado con la falta de aire al practicar ejercicio físico, aunque los pacientes también pueden notar dolor torácico y sufrir pérdidas de conocimiento.

Una vez diagnosticada la obstrucción de la válvula pulmonar, ¿cómo se soluciona la estenosis?, pregunta el doctor Macaya, como buen cardioperiodista.

"La operación se lleva a cabo mediante intervencionismo cardíaco. Se introduce un catéter -tubo largo y delgado- a través de la vena de la ingle. Se conducen uno o dos balones en su extremo -dispositivos hinchables- hasta la posición natural de la válvula dañada, según el caso, y se hinchan. El balón hace una muesca en la válvula hasta que se dilata totalmente. La válvula pulmonar vuelve a funcionar con normalidad", apunta.

El número de intervenciones en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid supera los 40 casos, todos ellos diagnosticados en la edad adulta.

¿Qué tipo de calidad de vida llevará ese niño o ese adulto operado de estenosis pulmonar?, consulta el doctor Carlos Macaya.

"El pronóstico de la estenosis pulmonar aislada es muy bueno. Tras la intervención, el paciente es dado de alta a las pocas horas. La recuperación es muy rápida. la gran mayoría de los pacientes no precisarán medicación y solo será preciso que visiten a su cardiólogo durante unos años, para ver la evolución de la valvuloplastia. Su vida será tan normal como la de los demás", concluye la doctora Pilar Jiménez-Quevedo.

El cardiólogo jefe del Hospital Clínico, y cardioperiodista para efesalud, destaca, una vez más, las virtudes del intervencionismo cardíaco para solucionar problemas valvulares frente a la cirugía a corazón abierto.

"El cateterismo cardíaco es agradable y muy sencillo. En pocas horas de intervención y postoperatorio se resuelven problemas como una obstrucción de la válvula pulmonar. la enfermedad se cura por completo y los pacientes se van sanos a casa a continuar con sus actividades diarias".

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