El norte de Irak vuelve a celebrar la Navidad. Los cristianos de ciudades como Qaraqosh y Bashiqa, cerca de Mosul y donde el Ejército iraquí ha retomado recientemente el control de manos del grupo Estado Islámico, asistían esta mañana a la misa navideña. No habían podido hacerlo los dos últimos años, ya que estaban bajo el yugo de los yihadistas desde el verano de 2014.

Estas localidades se encuentran en la provincia de Nínive, cuya capital es Mosul. El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, ha informado que desde el inicio de la gran ofensiva para reconquistar esta ciudad, el pasado 17 de octubre, las tropas iraquíes, apoyadas por las fuerzas kurdas, han logrado hacerse con el control de dos tercios de dicha provincia.

En Mosul, continúa el éxodo de sus habitantes. En la parte este de la ciudad, los yihadistas del grupo Estado Islámico han intensificado los contraataques contra el Ejército iraquí. Más de 100.000 civiles han abandonado sus hogares desde el inicio de la ofensiva.