Clamor en Seúl contra la presidenta por el caso de la "Rasputina surcoreana".

Todos contra Park Geun-hye. Cientos de miles de personas se manifestaron el sábado por la anoche en el centro de Seúl para exigir la dimisión de la presidenta surcoreana por su implicación en un caso de corrupción. Las protestas, que comenzaron hace cinco semanas, son cada vez más numerosas. Según los organizadors, ayer congregaron a un millón y medio de personas:

“Parece ser que Park Geun-hye, como criminal, no está ni cualificada ni capacitada para ser presidenta. Tiene que dimitir inmediatamente”, afirmaba un manifestante.

Diputados, fiscales, medios de comunicación… todos quieren que la presidenta surcoreana dimita por haber permitido que una amiga íntima que no ostenta cargo alguno interviniera supuestamente en asuntos de Estado y extorsionara a empresas. El caso ha sido bautizado como el de la “Rasputina surcoreana”, ya que la “amiga” de Geun-hye, hija del fundador de una misteriosa secta religiosa, ejercía tal influencia sobre la Jefa del Estado, que esta le enviaba sus discursos para que los editara antes de pronunciarlos.

Por ahora, Geun-hye resiste la presión. Según las encuestas, el 93% de la población quiere que dimita.