Repican las campanas en la iglesia de Bashiqa tras reponer la cruz que destruyó el Dáesh

  • hace 7 años
La cruz de la iglesia fue uno de los primeros símbolos que el Dáesh destruyó al ocupar Bashiqa. Ahora, tras su expulsión de la ciudad por parte de las tropas kurdas e iraquíes, varios vecinos cristianos se han apresurado a colocar una nueva cruz sobre el templo.

La estampa se repite en otras localidades con población cristiana que han sido arrebatadas a los yihadistas en las últimas semanas. Las campanas vuelven a sonar, aunque muchos vecinos aún no pueden regresar a sus casas:

– “Todavía estamos buscando explosivos que quedan en las casas”, explica un oficial peshmerga. “Queremos que la gente sea paciente y que no regrese hasta que despejemos completamente el área, ya que queremos asegurar su seguridad”.

La comunidad cristiana iraquí, una de las más antiguas del mundo, corre el riesgo de desaparecer. El éxodo masivo provocado por las guerras y la violencia sectaria ha reducido a menos de 300.000 el millón y medio de cristianos que vivían en Irak antes de la caída de Sadam Huseín en 2003.

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