Fuertes explosiones han sacudido este jueves el oeste de Alepo, la zona de la ciudad controlada por el Gobierno sirio. Al menos 15 personas han perdido la vida y 120 han resultado heridas por el impacto de varios cohetes y el estallido de tres coches bomba.

Los ataque se enmarcan en la contraofensiva lanzada por los rebeldes en los últimos días con el objetivo de romper el asedio que sufren los barrios que ellos controlan en el este de la ciudad.

El recrudecimiento de los combates tiene como telón de fondo la tregua humanitaria anunciada para este viernes por las fuerzas rusas, que apoyan desde el aire al ejército sirio. El teniente general Sergéi Rudskoy ha explicado que se abrirán dos corredores para permitir a los combatientes armados que abandonen la ciudad. Uno conducirá a la frontera con Turquía y otro a Idlib. Habrá autobuses y ambulancias para evacuar a los enfermos y heridos.

Controlada por milicias rebeldes, la provincia de Idlib fue blanco el miércoles de varios bombardeos que dejaron al menos 10 muertos y numerosos heridos.