Kabul y el segundo grupo insurgente de Afganistán ratifican su acuerdo de paz
- hace 8 años
El Gobierno afgano y el segundo grupo insurgente del país han ratificado su acuerdo de paz. El pacto fue suscrito el pasado jueves y ahora ha sido ratificado con las firmas del presidente Ashraf Gani en el palacio presidencial de Kabul y el señor de la guerra y antiguo primer ministro afgano Gulbuddin Hekmatyar, que lo ha hecho por videoconferencia desde la clandestinidad.
Gani ha aprovechado para renovar su oferta de diálogo a los talibanes.
“Ahora es el momento para los talibanes y otros grupos de decidir si quieren continuar la guerra, o participar en las conversaciones de paz”, ha dicho Gani.
“La continuación de la guerra no beneficia a los afganos, sino a los enemigos internos y externos del país”, ha señalado Hekmatyar.
El acuerdo de paz contempla la inmunidad para Hekmatyar, apodado el ‘Carnicero de Kabul’, y la liberación de los prisioneros de su grupo armado. A cambio, Hezb-i-Islami (Partido Islámico de Afganistán) se ha comprometido a renunciar a toda actividad militar.
Organizaciones de Derechos Humanos han criticado el texto, al considerar que no va a mejorar la situación en Afganistán. Human Rights Watch cree que puede dar alas a “la cultura de la impunidad” en el país.
Gani ha aprovechado para renovar su oferta de diálogo a los talibanes.
“Ahora es el momento para los talibanes y otros grupos de decidir si quieren continuar la guerra, o participar en las conversaciones de paz”, ha dicho Gani.
“La continuación de la guerra no beneficia a los afganos, sino a los enemigos internos y externos del país”, ha señalado Hekmatyar.
El acuerdo de paz contempla la inmunidad para Hekmatyar, apodado el ‘Carnicero de Kabul’, y la liberación de los prisioneros de su grupo armado. A cambio, Hezb-i-Islami (Partido Islámico de Afganistán) se ha comprometido a renunciar a toda actividad militar.
Organizaciones de Derechos Humanos han criticado el texto, al considerar que no va a mejorar la situación en Afganistán. Human Rights Watch cree que puede dar alas a “la cultura de la impunidad” en el país.