Contracciones reales del parto
  • hace 8 años
Madrid, 12 may (efesalud.com). La matrona y enfermera, Emilia Redondo Hortelano, del Consejo General de Enfermería(CGE), interviene en este vídeoblog para remarcar las diferencias entre las contracciones de parto falsas, arrítmicas y poco dolorosas, y las contracciones verdaderas, regulares, que aumentan en frecuencia e intensidad dolorosa hasta la expulsión del feto.

Las contracciones no son otra cosa que la preparación del útero para el parto. El músculo uterino se contrae y se relaja: produce presión en su parte superior que se extiende hacia la parte inferior para empujar y ayudar al feto a salir y convertirse en un nuevo y esplendoroso bebé.

"Las falsas o de Braxton Hicks no son regulares, ya que una contracción puede presentarse a los cinco minutos de la precedente, y la siguiente ocho minutos después, o pasados otros quince minutos o una hora más tarde. No siguen un patrón", señala Emilia.

Las contracciones falsas no suelen ser intensas o dolorosas, y pueden aparecer hacia la sexta semana del embarazo.

"Son muy flojitas, incluso bajan de intensidad a medida que se sienten. Por supuesto no duelen; solo molestan un poquito, sobre todo al final del embarazo. Se notan en el abdomen, que se pone un poquitín duro, y en las ingles; pero nada más", apunta la matrona.

"Sí que es verdad que este tipo de contracciones se pueden convertir en contracciones verdaderas; y, cuando aumentan de intensidad, pueden propiciar la expulsión del tapón mucoso -estructura gelatinosa que cierra el cuello del útero-; situación que no es sinónimo de estar de parto", aclara.

El descanso suele aliviar a la mujer embarazada y, si también media un baño calentito, las contracciones falsas tenderán a desaparecer.

¿Entonces, cómo es una contracción real de parto?

"Cuando las contracciones son rítmicas -recuerda-. Cada diez minutos, por ejemplo, llega una contracción y los periodos temporales entre contracciones se acortan rítmicamente: una serie cada cinco minutos, luego otra cada cuatro, a continuación cada tres... y así hasta la fase de expulsión".

A la par, esas contracciones van aumentando su intensidad, son cada vez más fuertes, llegando a durar 45 o 60 segundos.

Las contracciones verdaderas de parto comienzan en la espalda y se irradian hacia la tripa extendiéndose hasta la parte baja del abdomen.

Las contracciones más dolorosas se producen cuando el cuello uterino está a punto de alcanzar su máxima dilatación (entre ocho y diez centímetros). La futura mamá solo dispone de respiro entre contracción y contracción.

"En cualquier caso -dice Emilia Redondo- si tenéis alguna duda debéis consultar con vuestra matrona de confianza. Ella os dirá si estáis o no de parto con total seguridad".

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