La muerte de Antonin Scalia, el juez más longevo del Tribunal supremo de Estados Unidos, tensa las relaciones entre demócratas y republicanos. Conocido por sus posturas conservadoras, Scalia ha fallecido en Texas a los 79 años de edad. Barack Obama ha dejado claro que quiere nombrar a su sucesor cuanto antes:

“Tendré tiempo más que suficiente para hacerlo y para que el Senado cumpla con su responsabilidad para darle a esa persona una audiencia justa en una votación oportuna. Estas son responsabilidades que asumo con seriedad, son más grandes que cualquier partido, se trata de nuestra democracia “.

Sin embargo, los republicanos consideran que debe ser el próximo presidente del país quien nombre al sucesor de Scalia y han amenazado con vetar en el Senado a todos los magistrados que proponga Obama. El Tribunal Supremo tiene mucho poder en Estados Unidos. Sus decisiones pueden moldear e incluso derogar leyes y son inapelables.

“Elections have consequences. The president has a respons