El personaje Cypher de la película The Matrix (1999, hermanos Wachowski), suerte de Judas que traiciona a sus compañeros a cambio de un un hedonista paraíso digital, puede tomarse como el prototipo cinematográfico del raspacupo venezolano que en cada cola para comprar chilla "pero tenemos Patria" pero se queda mansito cuando recibe su pensión o cualquiera de los beneficios de la Revolución que le permiten mantener uno de los niveles de vida más altos de América Latina, incluidas las tasas controladas de sus tarjetas o créditos hipotecarios que los golpistas de abril (los mismos de hoy) pretendieron liberar en su frustrada restauración neoliberal. También es así el "rojo rojito" corrupto que trafica y lucra con ella para su provecho personal, pero en el fondo no le interesa nada que no sea su propio, inmediato y mundano bienestar por transitorio y superfluo que sea aún a costa de un muy real infierno perpetuo colectivo. Para muchos venezolanos que "se irían demasiado" la palabra "Patria" no le dice nada ni le es "real" porque no le es real nada que no satisfaga instantáneamente su frenesí consumista , su "realidad" es poder comprar el último teléfono inteligente, viajar al norte y quedarse allí definitivamente. Para eĺ "Patria" es donde encuentras el papel para limpiarte el culo sin hacer cola y cree que el chavismo es el culpable de que no viva su soñada vida loca en el paraíso mayamero que supone será Venezuela cuando caiga la Revolución.
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