Detrás de la Razón - Otro Bush: confesiones de familia
  • hace 9 años
No hay duda de que la familia Bush es uno de los clanes más influyentes del último siglo. Desde logias masónicas y conspiraciones, hasta presidencias, los Bushes representan todo lo que Estados Unidos perdió en términos constitucionales: el célebre apellido es equivalente a la antítesis y el colapso del paradigma democrático.

En este contexto, algunos presienten un vacío de liderazgo legítimo en el Capitolio; un vacío tan enorme que sólo puede corresponder a la forma de una sombra. Aquí es donde las teorías se vuelven especulaciones: el verdadero gobierno de Estados Unidos, yace en manos de corporaciones y grupos hegemónicos familiares.

Y ahora, otro Bush pretende a la Casa Blanca: Jeb Bush. Pero la figura es mucho más compleja. Los Bushes y las personas influyentes en su entorno poseen una enorme capacidad de cálculo. Existe una gran diferencia entre lo privado y lo que declaran. Buena parte de sus errores de cálculo se consideran una pérdida asumible en el marco de un esquema superior.

Es así que W. Bush sigue sin encontrar armas de destrucción masiva en Irak; FEMA y Katrina continúan como fantasmas entre la opinión pública; la tortura y cárceles secretas aún son ¨temas taboo¨ para el poder judicial. Y ahora, otro Bush...en la mira.