Los que pueden contarlo respiran aliviados en medio de la devastación y de las víctimas. Turistas o vecinos de Katmandú pasan revista a los momentos de sobresalto y angustia que sacudieron Nepal y los países vecinos.

A algunos turistas la catástrofe les sorprendió en lugar seguro. Es el caso de la belga Jerith Melline: “Esta mañana cuando estábamos en el Palacio Real todo se vino abajo. Pero no nos sentimos demasiado mal porque estábamos en medio de la plaza. Pero luego, cuando volvimos aquí, nos sentimos bastante menos felices.”

A muchos nepalíes el terremoto les sorprendió en casa, como al vecino de Katmandú Ram Kumar Budathoki: “Estaba en casa viendo la tele y de repente salí despedido de la cama. Empecé a correr y me di cuenta de que era un terremoto, corrí lo más que pude hasta llegar a un sitio seguro”.

Los nepalíes se enfrentan en los próximos días a la búsqueda de sus próximos y a un recuento de ausentes que ahora está lejos de haberse completado.